viernes, 23 de octubre de 2009

jueves, 28 de mayo de 2009

La Educación Digital


Presencia y Telepresencia

Por que valorizamos tremendamente el encuentro humano, la comunicación personal, es que defendemos la tele-presencia. Y recíprocamente, por que conocemos las limitaciones de los medios digitales, insistimos en recuperar el valor insustituible del encuentro y del diálogo personal, que también se puede dar a distancia. Presencia y telepresencia no son antagónicas sino complementarias.

Características de la educación a distancia

En general, el público considera a la educación a distancia como una educación de segunda clase o a lo sumo supletoria. Este prejuicio, pensamos, proviene de una visión estática del aprendizaje.
El tema de la educación a distancia merece ser actualizado a la luz de las nuevas tecnologías. El maestro o el profesor al frente de la clase aspira a conservar el control del proceso educativo dentro de los límites de un programa impuesto autoritariamente. Fuera de los muros del aula, este control presencial desaparece y el alumno quedaría libre de hacer su voluntad. Esta distinción, es equívoca. Siempre se necesita suficiente autocontrol para convertirse en un alumno responsable, tanto dentro del aula como afuera. Finalmente, nos enfrentamos a la limitación económica debido al alto costo de las comunicaciones digitales en la mayor parte de los países. De nada vale establecer la red digital más sofisticada si las comunicaciones entre los usuarios, alumnos y profesores están limitadas drásticamente por su costo. La extensión generalizada de tarifas planas a todas las tecnologías de redes digitales hará posible concretar el sueño de una telepresencia, en una sola red unificada. A esto se suman, las ventajas económicas que provienen del ahorro en transporte que significa una educación descentralizada. Pero el hábito presencial mantiene sus privilegios en la sociedad actual y sólo una revolución en las mentes acompañada de una explosión en las comunicaciones podrá desequilibrar el panorama educativo y conservador a que estamos acostumbrados.



Las tres generaciones

Se puede hablar de tres generaciones de tecnología educativa a distancia. Primera generación (impresos): envío de textos y manuales por correspondencia, intercambio de documentos. Segunda generación (analógica): envío de vídeos, programas radiales, TV abierta, TV por cable. Tercera generación (digital): videoconferencias + redes (Intranet + Internet). La sociedad moderna está en continua transformación, los conocimientos se renuevan aceleradamente y el alumno de una carrera prolongada corre el riesgo de aprender muchas cosas inútiles que serán superadas por los acontecimientos. Se calcula que en muchas clases presenciales se pierde un alto porcentaje del tiempo en transmitir oralmente o por escrito la información que podría hacerse en forma remota de modo digital. Queremos también enfatizar el valor decisivo del intercambio personal entre el profesor y el alumno. Mediante la tecnología digital el profesor está más cerca de su discípulo que muchos otros que sólo lo ven de lejos en las clases magistrales.¡Cuántos alumnos han terminado una carrera universitaria sin haber tenido un genuino contacto con un profesor titular o un investigador de primera línea! Una educación a distancia, en cambio, permite una evaluación permanente del alumno, quien se encuentra en red con su profesor en todo momento, lo que disminuye los sobresaltos y las sorpresas del examen final. Pero este camino de integración no es sencillo y exige una actualización permanente de los sistemas y una capacitación pedagógica acorde con los tiempos digitales.

Sincronía y asincronía

En cuanto a la asincronía, los profesores pueden mejorar y extender el diálogo, las consultas y los comentarios críticos con sus alumnos a distancia mediante el empleo del correo electrónico a cualquier hora del día o de la noche, sin invadir la privacidad y los tiempos de su alumno. Respecto de la sincronía, las salas de videoconferencias para pequeños grupos pueden permanecer permanentemente abiertas gracias al régimen de tarifa plana. Este encuentro "virtual" también se podrá hacer en muy poco tiempo desde las propias casas gracias a las nuevas líneas digitales telefónicas y de cable para videoconferencias personales.Debemos reconocer que la educación tradicional (presencial) siempre ha tenido un componente no presencial. El maestro exige tareas en la casa, los alumnos deben remitir pruebas escritas a los profesores, hay intercambios de documentos, de fotocopias, de libros, de grabaciones, de vídeos, que perpetúan el encuentro presencial. Sin embargo, esta asincronía está limitada por los soportes materiales de las ideas (papel, cassete, etcétera), que están sometidos al deterioro, a pérdidas, y tienen a veces un alto precio. En un campus digital, en cambio, las ideas pueden mantenerse en la red de manera indefinida a un costo ínfimo, los libros nunca están agotados, se pueden consultar tantas veces como se quiera, etcétera.

Espacios de encuentro

En una escuela tradicional el centro de la educación es el aula, el ámbito sagrado, por así decir. En una escuela digital el aula estará distribuida por todo el establecimiento gracias a las múltiples conexiones entre computadoras y se prolongará en el hogar.

La videoconferencia nos ofrece la posibilidad de conversar con otra o varias personas a distancia con audio e imagen en movimiento. La videoconferencia trata de hacer "realidad la presencia virtual".Las videoconferencias grupales están de moda en las empresas y serán también de importancia para la educación, siempre que se respete el tamaño real de las imágenes de personas. Muchos, temen que con la videoconferencia se pierda el contacto directo entre docente y alumno. De hecho, la mayoría padecemos una tecnología obsoleta de enseñanza en aulas colmadas donde ese contacto es inexistente. La telepresencia, en cambio, es una solución al alcance de la mano aunque todavía pocos se atreven a implementarla. Nuestras esperanzas en las videoconferencias educativas están fundadas en la increíble aceleración de las nuevas tecnologías. Existen pequeñas cámaras de vídeo adaptadas a las computadoras que pueden servir para transmitir imágenes y sonidos de un lugar a otro de la red escolar, de esta manera dos computadoras conectadas entre sí permiten establecer un diálogo a distancia, a través de una ventana en la pantalla, cara a cara dentro del mismo establecimiento y con costo cero. Pero de nada valdrá instalar estos recursos por una imposición externa del mercado si los propios docentes y alumnos no han experimentado libremente con videoconferencias dentro de su propio establecimiento educativo.

¿Cuáles son sus ventajas?

La videoconferencia es interactiva. Los participantes dialogan entre sí a través de pantallas de televisión que se disponen de manera adecuada para facilitar la conversación a distancia. Las personas pueden estar separadas por miles de kilómetros pero el switching de una sala a otra facilita un verdadero diálogo entre los participantes. Se puede buscar a una persona en otra sala mediante la manipulación a distancia de la cámara remota, identificar a una persona, acercar o agrandar su imagen y conversar directamente con ella mirando a sus ojos. La videoconferencia es flexible. Las salas de videoconferencias se "agrandan o contraen" con facilidad. Las pantallas de vídeo pueden variar en número y tamaño, de acuerdo con el número de asistentes. La sala de videoconferencias es simultáneamente una sala de videograbación. Cuenta con videograbadores y los docentes y alumnos podrán grabar automáticamente sus clases en vivo mientras están comunicándose, de esa manera, al cabo de un año lectivo, las instituciones involucradas contarán con una videoteca de inapreciable valor didáctico, con una nueva memoria audiovisual.

Los nuevos nichos educativos

Las principales universidades del mundo han incorporando servicios de educación a distancia con ayuda de las nuevas tecnologías digitales, que mantienen el mismo grado de calidad y otorgan exactamente los mismos títulos académicos. Por consiguiente la estimación costo/beneficio deberá realizarse con nuevos parámetros, basados en el "peso" de la información más que en el espacio ocupado por aulas, talleres, laboratorios y bibliotecas.


Un nuevo tipo de profesor y de alumno

El profesor que participe en la educación a distancia debe cumplir varios requisitos indispensables. Dominar perfectamente la tecnología educativa a distancia. Los profesores deberán capacitarse en el uso de las nuevas tecnologías Esta capacitación será permanente debido a las exigencias siempre cambiantes de la educación a distancia y a las nuevas oportunidades que ofrece la renovación acelerada de las tecnologías. Estar bien equipado en su domicilio o lugar de trabajo. Este equipamiento deberá actualizarse periódicamente. Adquirir nuevos "hábitos digitales". El profesor debe aprender a eliminar, dentro de lo posible, la información impresa y reemplazar el papel por bits. Brindar una atención tutorial a sus alumnos a distancia. El profesor dispondrá de más tiempo libre para dialogar con cada uno de sus alumnos y colegas a través de las redes y de las videoconferencias. Todo lo dicho vale obviamente para el alumno. El alumno a distancia recibirá toda la capacitación necesaria para operar con las computadoras y las redes con soltura, y con la práctica aprenderá a participar con el mayor provecho en las videoconferencias. Una de las ventajas más notables de la educación a distancia es la conexión permanente entre el alumno y el profesor a través del sistema digital. Por consiguiente el alumno podrá ser evaluado con una periodicidad mayor que la habitual. Esta evaluación incluye la corrección a distancia de tareas y trabajos prácticos. Algunos exámenes podrán realizarse también por entrevistas personales en videoconferencia.



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